SHARK VANCORE: EL VERDADERO STREET FIGHTER

Yamaha, Kawasaki, Suzuki, BMW y KTM producen más de una versión, e incluso Ducati nombró una de sus motos así. Street Fighter. Esa conjugación de Superbike y moto de calle sin carenaje. El poder de un misil en una moto naked que nos expondrá al poder del viento que nos quiere tumbar mientras acerelamos a fondo nuestro híbrido motociclista. La categoría se puso de moda y nos entregó grandes motos como la Ducati Monster, la BMW K1300R, la Ducati Street Fighter, la BMW S1000R o la KTM Super 1290. La Kawasaki ER6N, la mítica Suzuki SV650 y la larga línea FZ de Yamaha que va desde los 600 hasta los 1000 cc. Todas comparten ese gen rebelde, ilógico, donde prima más el estilo que la lógica y que saca ese lado necio de todos nosotros. Las Street Fighters. Nuestra cita hoy fue con la KTM Duke 690 para probar disfrutar el Vancore en su habitat natural.

El look clandestino y rebelde del Vancore va bien con cualquier moto pero nada se compara a su estado natural en una naked.

Y con cada nueva tendencia nos encontramos con elementos que la convierten en moda, con un estilo característico que nos permite identificar con esa ideología y hacer parte de ellas también. Fue hace 2 años ya que vimos uno de los elementos principales de la estética Street Fighter salió al aire, el casco integral con gafas de motocross, estética hooligan que acompañó el lanzamiento de la masivamente popular MT-09, pero que trascendió su categoría y contagió toda la moda motociclista.

Acompañado de las bolsas Marsupial hace un excelente juego para quienes nos movemos diariamente en moto. 

Y es que la estética no tiene mucha ciencia, un buen casco integral, unas gafas de motocross, retro o modernas, y tienes este look clandestino, de guerrero urbano digno de las naked que las pusieron de moda inicialmente. Algunas marcas lo adoptaron en su estilo, sin embargo ninguna la incluyo tanto en su ADN como Shark en su línea Raw y Vancore.

Liviano y pequeño pero extremadamente cómodo lo hacen perfecto para las necesidades diarias del motociclista urbano.

El Vancore es un casco integral de la marca francesa diseñado desde la estética rebelde del mundo de las street fighters y que se beneficia de todos los avances tecnológicos modernos. Cuenta con un ajuste preciso – y creanme cuando digo esto – un casco ajustado pero no claustrofóbico, con un excelente rango de visibilidad a pesar de usar gafas, diseñadas por Carl Zeiss, como todas las gafas Shark, en vez de visor, y una mentonera que aunque puede sentirse delgada es bastante robusta – creanme, para cuando publiqué este artículo ya la había probado – Además de su hermano pequeño, el RAW, no hay un casco similar en el mercado.

La rebeldía no significa que no tenga las comodidades del mundo moderno como orejeras espaciosas para el intercomunicador, suficiente ventilación y el sistema de soltado rápido para las gafas de Shark.

Un ajuste preciso que deja entrar suficiente aire para estar fresco, que deja entrar poca agua en lluvia y cuyas gafas probablemente nunca podrás empañar. El sistema de soltado rápido permite remover las gafas a la antigua, poniéndolas sobre el casco, o quitar un lado y dejarlas colgar mientras hablas. Una vez puestas el mundo se oscurece un poco y la clandestinidad vuelve a ti. En un mundo políticamente correcto y de normas por doquier, el Vancore es un agradecido regreso a la rebeldía innata del motociclista anónimo y una personalidad inimitable. Lo amo.

Diseño y funcionalidad conjugados en un item no sólo de protección, sino también de moda. Por fin el estilo ha llegado a los accesorios para motociclistas.

Es el inicio de una nueva era en el mundo de los accesorios para motociclistas, donde se conjugan tanto forma como función para entregar elementos de moda, ropa y accesorios para los motociclistas de todos los días que no queremos vernos como un «power ranger» y que en esta época de tendencias retro, disfrutamos de una estética moderna pero funcional, y muy seguro. En términos de normatividad el Shark Vancore cumple con la norma UNECE R 22-05 Europea.

Fotos por Vanessa Cardona