Hay motos de motos, máquinas con un estilo que podríamos considerar único, más allá de que sean producidas en una línea de ensamble por miles de unidades, son aparatos que nacen con aura y que llegarán a las manos de unos cuantos afortunados una vez en la vida... Más raro es aún, que una marca sea capaz de crear, décadas después, una versión que inspire las mismas emociones que generó su antecesora.
En un mundo en el que los tableros de diseño avanzan rápidamente en crear máquinas de un estilo robótico nihilista, cada vez más eléctricas y electrónicas, no dejan de endulzarnos gratamente, a quienes gustamos de la vieja escuela, raras perlas como la R12S, una belleza inspirada en la icónica R90S que lejos de ser solo un hito de diseño por sus formas y colores, supo conquistar adeptos también en las pistas, cuando literalmente aplicaba aquel eslogan yanqui de "win on sunday, sell on monday" (gana el domingo, vende el lunes).
Corría el año 1973, y a alguien en BMW se le ocurrió contar por primera vez con los servicios de un especialista en diseño para desarrollar un nuevo modelo. Utilizando la sexta generación de propulsores basados en la R32, que para entonces ofrecía una potencia máxima de 67 caballos a 7.000 rpm y era capaz de superar los 200 km/h, Hans Muth tuvo a bien concebir las líneas del semi carenado deportivo y el asiento de doble nivel que termina en forma de colín, entre otros detalles magistralmente enmarcados por esa coloración naranja difuminada que la hacía destacar por doquiera que fuera, en las calles, ganando en Daytona o en la Isla de Man, e incluso en el plató de la película El Regreso de la Pantera Rosa de 1975, en la que en una secuencia los malos persiguen al inspector Clouseau para tratar de sabotear su investigación.
A 51 años de su debut, la casa alemana ha dado nueva vida a uno de sus íconos seculares, con un homenaje que lejos de quedarse solo en ser eso, ha reavivado en los corazones y el espíritu de quienes vimos pasar la original alguna vez por las calles, despertando además en las nuevas generaciones esas mismas sensaciones de libertad, purismo y amor por las dos ruedas. La base para conseguirlo, ha sido la R Nine T, que curiosamente, había sido descontinuada del mercado este mismo año para ser reemplazada por la versión R12, un poco más descafeinada en términos de potencia, pero con el mismo aire neo retro que trabajó BMW en la Nine T.
La R12S, usa la misma planta motriz de la Nine T, esdecir, monta el motor Bóxer de 1.170 cc, que mantiene el tope de 109 caballos de potencia en contraste a los 95 de las R12 estándar, cuenta con dos árboles de levas en la parte superior, cuatro válvulas radiales y un eje de compensación central, tecnologías que aseguran un rendimiento eficiente y fiable.
Esta moto es todo un ejercicio de diseño, tal como lo fuera la R90 cinco décadas atrás pero valiéndose de materiales y tecnologías modernas que mejoran el desempeño, y que se mezclan imperceptiblemente con detalles de otros tiempos, como el tablero de dos relojes análogos, mezclando el estilo verdaderamente retro con la confiabilidad y por supuesto, el disfrute de montar en una máquina moderna. Los acabados son de alta calidad destacando las llantas de radios de aluminio brillante, que aportan un toque clásico, mientras que el negro presente en el manillar y la horquilla subraya su carácter deportivo.
Detalles técnicos, como las tapas de culata negras y los retrovisores en los extremos del manillar, son un claro homenaje al diseño clásico, pero están integrados con precisión y materiales modernos. El resultado es una moto que equilibra perfectamente la estética retro con los estándares actuales de construcción y equipamiento.
Como es de esperarse en estos tiempos, el equipamiento y la dotación "inteligente" están a la orden del día con detalles como los puños calefactables, el control de crucero o la luz de giro adaptativa a los que se suma una considerable oferta de accesorios y opciones para personalizar la R12S que solo está disponible en el inconfundible color Naranja Lava. Entre estos accesorios atraen particularmente el sistema de doble escape de titanio, un asiento monoplaza, soporte de matrícula fijado al basculante y bolsas blandas para viaje.
Dichosos aquellos quienes se hagan a los mandos de una de estas bellezas, que con seguridad, perdurarán en el tiempo como lo hizo su antecesora.
