ÉPICA: LA TRAVESÍA ORINOQUÍA 2015

ÉPICA: LA TRAVESÍA ORINOQUÍA 2015

La travesia Orinoquía 2015 empezó un día cualquiera de esos. Iba de paso por Mototest y acabé hablando con “El Diablo” de sus futuros paseos. Me comentó de la posibilidad de volver a Puerto Carreño, en un paseo que estaba organizando para inicios del 2015, buscando repetir un viaje que ya había realizado en 2014. Esta aventura me llamó mucho la atención por lo que me uní a este paseo, repasamos algunos detalles, como quienes más irían, y que moto necesitaríamos. Finalmente éramos 8 los que queríamos ir a este paseo que realizaríamos el último fin de semana de Febrero del 2015.

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 Alejandro y Horacio en sus Honda XR650L,  yo en la Kawasaki KLX250,  Juan B y El Diablo en sus Suzuki RMX450Z. Una mezcla ecléctica de motos.

Desde octubre empecé la preparación de mi moto – la KLX250 épica – sabiendo que este paseo necesitaría una moto especial. Pero no fue sino hasta Febrero, casi 5 meses después, realizamos la primera reunión del paseo que llamaríamos #TravesiaOrinoquia2015. Para este momento de los 8 ya habíamos perdido a uno de los integrantes del equipo, que no apareció para las reuniones, lo que nos dejaba con un equipo de 7. No sería el último en no llegar al final. Discutimos detalles de viaje, como las rutas, como transportaríamos las motos y como transportaríamos el equipo necesario, herramientas, aceite, gasolina, GPS, y similares. Un paseo tan lejos de la civilización, y con tantas necesidades técnicas, requería algo de preparación.

No sería el último en no llegar al final

La fecha del viaje se acercaba rápidamente, la moto estaba lista, el equipaje alistado. Pero solo faltando 10 días Juan José, uno de los participantes se lastimó una mano haciendo enduro, razón por la que no pudo asistir al paseo. Para empeorar las cosas Aurelio también abandonó esta aventura por motivos laborales. Así que al momento de la partida quedábamos 5 personas para semejante travesía, y acá esta nuestra historia.

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El solo viaje en carro hasta Puerto López en sí resultó ser una travesía, desde MotoTest Medellín a un daño de llanta antes de Bogotá, y una parada en Suzuki Alcalá a recoger llantas para las motos del paseo.

Día 1: Medellín – La Vega 378 km.

La hora de salida fue la 1 pm, cargamos las 5 motos en los 2 trailers y salimos rumbo a Palmas, donde paramos a almorzar en El Rancherito y ahí hicimos la presentación definitiva de los integrantes del grupo. Seríamos el equipo del paseo y necesitaríamos aprender a depender y confiar uno del otro. Luego del almuerzo continuamos el camino y tomamos una vía nueva para mi, el Tramo 1 de la Autopista del Sol el cual nos llevó desde La Dorada hasta Villeta en una vía de 2 carriles, espectacular, la idea era llegar hasta La Vega, Cundinamarca. Una última parada en el restaurante “El chorizo de Carlos” y comernos un plato mixto de chorizo que incluía un ahumado delicioso. El hotel lo elegimos con el método de entrá y mirá, y funcionó. El elegido fue el Hotel Don Juan el cual tenía un amplio parqueadero para los carros con los remolques, piscina y jacuzzi. ¡Debimos haberlos usado!

Día 2: La Vega – Puerto Lopez 293 Kms total 671

El segundo día inicia con el desayuno en el hotel para retomar la vía, lastimosamente entrando a Bogotá se nos chuzó una llanta de la camioneta. ¡Se desinfló por completo! Para no quedar estorbando anduvimos un tramo un poco largo con la llanta así. Lamentablemente cuando llegamos al montallantas a la salida de Bogotá vía Villavicencio ¡nos dijeron que tenia 7 huecos! uno grandísimo que fue el que la desinfló y 6 mas causados por andar con la llanta desinflada. Arreglarla era casi tan costoso como comprar una nueva, así que este era el primer imprevisto oficial del viaje. Continuamos así hacia Villavicencio donde nos esperaban en Suzuki Alcalá, donde nos entregaría unas llantas Pirelli cortesía de Suzuki Colombia para la Travesía, nos tomamos la respectiva foto en el concesionario y nos desplazamos a comprar una llanta nueva para la camioneta y continuar nuestro camino.

Estábamos literalmente en medio de Colombia

Nos atravesamos Villavicencio muy pendientes de parar a comer carne a la llanera, pero nunca encontramos el restaurante que andábamos buscando, Así que continuamos en la vía a Puerto López y paramos en un estadero donde nos comimos un chorizo ahumado y una suculento corte de churrasco delicioso, ¡nunca nos imaginamos que ese parador tuviera tan exquisita sazón! era tanta la llenura que quede tan dormido que tuve que decirle a Alejandro que manejara el carro. Era hora de una siestecita, lastima que ni anote el nombre ni lugar de dicho estadero ¡se los quedo debiendo! Al despertar estábamos en Puerto López donde tanqueamos los carros, las motos y los tanques auxiliares para el viaje.

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El obelisco describe aspectos de la cultura llanera en Colombia.

Puerto López es un municipio colombiano ubicado en el departamento del Meta y es conocido nacionalmente como el Ombligo de Colombia debido a que coincide con el centro geográfico del país, por tal razón se elevó en el «Alto de Menegua» una obra escultural en forma de obelisco mediante dicha obra se describe gráficamente la ubicación geográfica, industria y economía, cultura, flora y fauna de éste municipio del llano colombiano. Puerto López es además uno de los más importantes puertos fluviales sobre río Meta y está localizado a 86 km al este de Villavicencio. Seguimos rumbo al hotel, con la parada obligatoria donde se encuentra el Obelisco. A 4° y 5 minutos de latitud norte (4° 5’ L.N) y a 72° y 57 minutos latitud oeste (72° 57’ L.O) en nuestro GPS. Estábamos literalmente en medio de Colombia. El Obelisco fue inaugurado en 1993, obra del escultor colombiano Miguel Roa Iregui y en su estructura tiene símbolos que describen aspectos de la cultura llanera y su ubicación en Colombia. Desde allí se puede observar la llanura que rodea el Alto de Menegua y es una excelente excusa para ir ver las puestas de sol o los amaneceres llaneros.

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En el ombligo de Colombia.

Llegamos al hotel y nos llama mucho la atención el tamaño del mismo, Hotel Lagos de MeneguaEs tan grande el terreno en el que está construido que hasta hacen hasta tours dentro de el, incluido su propio lago. El hotel cuenta con una buena piscina y unas habitaciones bien cómodas. Para ese momento nos tomamos una merecida cerveza michelada, la cual hacen con un bolis de limón mandarino congelado, absolutamente delicioso. A descansar porque nos espera un día con un buen tramo de destapado, y el viaje había sido largo y agotador. Así que un último recuento del equipaje y optimizar espacio, ya que notamos que ibamos muy cargados.

Día 3: EnMoto a Puerto López – Los Japoneses – Puerto Gaitán 140 Kms

Salimos del hotel a las 7 am, por suerte un poco de pavimento nos dejó acostumbrar a las motos mientras llegamos a la entrada de Los Japoneses. Nos detuvimos porque el soporte del GPS de una de las motos estaba flojo, y este era de suma importancia para el viaje. Tuvimos tan mala suerte que apretándolo partimos la base RAM, lo que dejo el soporte inservible y toco amarrar el GPS con Cable Ties al puff del manubrio. Es normal que estos impases sucedan, pero no lo esperábamos desde el primer día. Viva la creatividad.

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 Kilómetros y kilómetros de paisajes solo para nosotros.

Continuamos el camino por un destapado suave, en buen estado, bastante divertido. Algo con lo que no contaba era que nos debíamos separar de nuestros compañeros por el polvo que levantaban las motos, que no nos dejaba ver nada. Así que nos intentamos dividir en parejas, separados por unos cuantos cientos de metros. Por ahora funcionó. No llevábamos ni 1 hora de camino cuando una de las XR me tiró una roca gigante que me dio en todo el pecho y me partió el bucle del sistema de hidratación OGIO ¿Cuáles eran las probabilidades que esto pasara? ¡Ouch! ¿Cómo le ven la puntería a mi compañero? De todas formas no fue nada grave, pero de acá mi primera conclusión: para esto hay que ir con muy buen equipamiento de protección, imagínese usted donde no hubiera tenido la pechera el golpe que hubiera recibido. Esta no sería la última lección del viaje.

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 Los paisajes nada como me los imaginaba, verdes llenos de vida. La Épica se comportaba a la altura.

En un momento nos dimos cuenta que 2 motos se habían quedado atrás así que nos devolvimos a ver si todo estaba bien. La llanta trasera de una de las XR650L estaba chuzada, lo que significó bajar la llanta, desmontarla y cambiar el neumático. Gracias a Juan B que nos recomendó llevar sombrillas para resguardarnos del sol tuvimos algo de sombra. Lastima que a estas no les iba muy bien con los ventarrones que nos atacaban, por lo cual varias perecieron en el primer uso. La mía sobrevivió a los ventarrones pero más adelante la perdería con la vibración de la trocha.

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¡Que pintorescos somos los turistas!

El paisaje en esta zona es espectacular, algo muy diferente a lo que me imaginaba, muy arborizado. Muy simpático es que siembran como pequeños oasis de árboles en pequeños grupos. El camino fue cambiando a medida que avanzábamos y las condiciones del terreno ya no era afirmado si no como arena de desierto, muy suelta y hacia muy difícil de controlar la moto. En estos tramos pensaba en Mateo Moreno y Chilo nuestros Dakaristas Colombianos, que si yo sufrí en este tramo tan corto, no quería imaginarme por lo que pasan ellos es esta difícil competencia. Animo gladiadores. En el camino se encontraban unos Grillos o Langostas y como las pestes bíblicas, estaban por montones, a veces estaban volando y se iban contra nosotros, otras veces estaban en el piso, que apenas pasábamos se lanzaban a atacarnos. Millones de ellos y siempre daban muy duro.

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La ruta tiene de todo, desde partes técnicas a rutas rápidas como aquí, viajando a unos 105 kph.

Después de unos 100 km una de las RMZ450 se quedó sin combustible. Me devolví a desvararlo para lo cual me toco bajar todo el equipaje de la moto para sacar el tanque Rotopax de su soporte que cargaba en mi moto. Lo desarmamos y montamos la nariz para poner el combustible en la moto, pero este no salía, la nariz tiene un seguro y le intentamos de mil maneras pero no fuimos capaces de ponerla a funcionar. Sentí la misma frustración que sufro al intentar abrir un pastillero con seguro para niños. Mi compañero me dice «dañemos la tapa de la nariz». Ok. Con una navaja lo empezó a hacer pero no contábamos conque la navaja no tenia seguro en la cuchilla y abriendo el hueco se cerró y cortó el dedo gordo. De no ser por la uña hubiera sido peor. Segunda conclusión: Cuando vaya para un paseo asegúrese de saber el funcionamiento de todo el equipo que va a llevar para que no se lleve sorpresas en el camino. La tercera conclusión: ¡No use navajas sin seguro! Con algo de sangre y gasolina, nos desvaramos.

 Con algo de sangre y gasolina, nos desvaramos.

Por fin llegamos a puerto Gaitán, donde nos hospedamos en el hotel Iguanas De Los Llanos, tiene unas habitaciones muy agradables, buen aire acondicionado, y en general bastante agradable. Mientras nos registrábamos pregunté si me podían lavar la ropa pero no tenían lavadora en el hotel, solo secadora, así que procedí a lavar la ropa en la ducha y ellos muy amablemente me la secaron. Salimos a comer el plato típico de la región, una mamona deliciosa con una poker bien fría, un ají tremendo. Aprovechamos el rato para desatrasarnos de las historias de la trocha. Acabamos el día refrescándonos en la piscina, y ansiosos del jacuzzi, pero lastimosamente el jacuzzi estaba fuera de servicio. Así que a dormir que mañana continuamos.

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Los atardeceres parecen de otro planeta, los paisajes indescriptibles. Realmente épico.

Estos primeros días marcaron el paso del paseo y nos permitió acercarnos unos a otros y aprender a confiar en nuestros compañeros de trocha. La preparación había sido buena, pero como en todo plan siempre habrán imprevistos, que por suerte logramos resolver. De momento solo habíamos perdido un poco de sangre, un bucle de OGIO, un soporte RAM de GPS y un par de sombrillas. Para el final del viaje perderíamos más cosas, aprenderíamos muchas mas lecciones de moto, pero por ahora, la aventura valía toda la pena y era hora de descansar.

Continua con la segunda parte aquí y la tercera aquí.

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