CAMINO A: DESIERTO DE LA TATACOA

CAMINO A: DESIERTO DE LA TATACOA

El Mono justo retornaba de su aventura épica en Puerto Carreño y ya estábamos planeando nuestra siguiente aventura de EnMoto. Muchos cambios sucedían en nuestras oficinas; patrocinios renovados, nueva moto y una larga lista de proyectos a realizar durante el año llenaban nuestra agenda. Solo había un problema: la lesión del El Mono lo estaba dejando por fuera del mundo de las motos por un largo rato, y semana santa serían solo unos días más para que intentara sanar. Sin compañero de viaje, pero con muchas ganas de salir, teníamos que pensar que hacer.

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Ser la única moto no es ideal, pero también tiene sus ventajas, como poder tomarme mi tiempo para tomar fotos.

Por esos días, nuestro contribuyente online y asesor técnico en EnMoto.TV: Sergio Restrepo, estaba planeando pasar por Flandes, Tolima para tirarse en paracaídas con su novia y la gente de Skydive Colombia. Decidimos unir paseos y armar planes juntos. Carro versus Moto, pero en el estilo de EnMoto decidimos añadir un componente de aventura y llegar hasta el Desierto de la Tatacoa.

El Bike Build de Mastech nos dejó gratamente sorprendidos.

La Super Tenere estaba ansiosa de salir a comer kilómetros en su primer paseo, y considerando los diferentes terrenos a los que nos enfrentaríamos, era necesario adecuarla para cualquier escenario. Una gran oportunidad para que Mastech hiciera lo que mejor sabe y convirtiera la Super Tenere en una moto perfecta para la aventura. El Bike Build de Mastech llevaría el trabajo de Yamaha un paso más allá agregando protección extra al motor, carenajes y radiador, opciones de equipaje y finalmente mejorando la iluminación. La moto estaba lista para la aventura y yo ya tenía una ruta; 1.400 kms que nos llevarían de Medellín al desierto y de vuelta por el eje cafetero.

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Medellín – Honda, Honda – Mariquita, Mariquita – Armero, Armero – Girardot, Girardot – Villavieja (Desierto de la Tatacoa)

Lastimosamente yo estaría en la única moto en el viaje, pero con una regla clara: La moto debe valerse por sí misma. Equipaje, herramienta y todo el equipo necesario debía ir en ella. Era la oportunidad para mostrarle a Sergio que no hay mejor manera de pasear por carretera que en moto y que estaba tarde para montarse en una, con todo el equipo de Mastech, fue fácil de lograr.

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La Super Tenere en todo su esplendor. El Bike Build de Mastech había logrado su cometido. AGV, Oakley OGIO y SOP Biker completaron mi equipo.

Amaneció el sábado 28 de marzo y partimos de Medellín. La carretera no presentó novedades hasta la altura de La Dorada justo después de las partidas de Puerto Triunfo, donde nos encontramos con una nueva carretera doble calzada de alta velocidad, que nos llevaría rápidamente hasta Honda. En ella nos encontramos con la elusiva señal de 100, refiriéndose al límite de velocidad, sin embargo la vía está aún sin acabar de señalizar, y presentimos que los radares de velocidad pronto estarán funcionando en ella. Aparte de una corta lluvia, viajamos sin problemas hasta Armero, donde conoceríamos las ruinas del pueblo Tolimense. Punto para el carro cuyos pasajeros se mantuvieron secos.

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Las ruinas de Armero atestiguan el poder destructivo de la naturaleza.

El pueblo de Armero sufrió en 1985 un desastre natural producto de la erupción del volcán Nevado del Ruiz, que provocó una avalancha que destruiría el pueblo acabando con alrededor de 20.000 vidas. El recorrido para conocer los puntos clave de las ruinas toma alrededor de 20 minutos, y solo es una corta desviación de la carretera principal. Unos “guías” en la carretera ofrecerán darte el recorrido, sin embargo no son necesarios ya que una serie de caminos destapados conectan los puntos clave del pueblo, pasando por el cementerio, el parque principal, la cúpula de la iglesia y algunas edificaciones que siguen en pie. Es fácil de hacer uno mismo. Es una imagen devastadora que nos recuerda el poder de la madre naturaleza y una buena oportunidad de aprender algo de nuestra historia colombiana.

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La carne de búfalo en el Toril, la mejor comida de todo el paseo.

Para almorzar paramos en El Toril, en Alvarado, Tolima. Un lugar especializado en carne a la parrilla y para nuestra grata sorpresa, carne de búfalo. ¡Deliciosa! Es un gran lugar para comer muy bien y descansar. El servicio es bueno, y los precios adecuados. De ahí seguimos a Girardot, nuestra primera parada a dormir y dejar todo listo para el salto en paracaídas el día siguiente.

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El pintoresco hangar de Skydive Colombia te avisa que ya casi saltas.

Skydive Colombia está ubicado en el aeropuerto militar en Flandes, Tolima a 5 minutos de Girardot. Con una reserva y $550.000 puedes tirarte en paracaídas en tandem con un instructor certificado. Todo el plan toma alrededor de 3 horas. 45 segundos de caída libre, más un par de minutos flotando con el paracaídas para llegar nuevamente al punto de partida. Allí también prestan servicios como alquiler de equipo, saltos, y cursos de paracaidismo. Ahora, las alturas no son lo mío, por lo cual deje que Sergio tuviera su aventura aérea con la promesa de tirarme en el momento en que él tuviera una moto. “Una chimba” fue la mejor descripción que Sergio nos pudo dar, además de “Lo más difícil es sacar los pies del avión”. En general la experiencia fue bastante agradable, el equipo de Skydive Colombia fue muy profesional y bastante divertido.

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AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHH

Con la primera parte del paseo lista era hora de tomar nuevamente la carretera y dirigirnos hacia el Desierto de la Tatacoa, o como también es conocido, el Valle de las Tristezas. Para esto tomamos la vía a Neiva, nos desviamos a Villavieja y de ahí un par de minutos a la entrada del desierto y el observatorio astronómico. Cabe notar que esta es la entrada más civilizada al desierto. De quererlo se puede acceder desde Las Golondrinas, eso sí con la ayuda de una lancha para transportar la moto a través del río Magdalena. Tomando en consideración eso de “no te aventures a hacer off road solo” optamos por la opción segura y acompañar al carro por la vía fácil. Doble Punto para la moto, no pagamos peajes y el tiempo de viaje es mucho más corto.

El desierto de la Tatacoa es la segunda zona árida más extensa de Colombia después de la Guajira, ocupando alrededor de 370 kilómetros cuadrados. Su tierra es de color ocre y gris con el verde ocasional de los cactus y otras plantas que crecen allí . Cabe notar que técnicamente no es un desierto sino un bosque seco tropical. Sus atracciones más prominentes son el Observatorio Astronómico, Los Hoyos, La Piscina, el Ovnipuerto aunque la carretera destapada permite llegar hasta el centro geográfico en la vereda Toche cerca al río Cabrera.

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Una moto con la palabra «desierto» en su nombre, debía comportarse a la altura en este terreno.

La moto se estaba comportando a la altura, a pesar del peso adicional, maletas y equipaje, su compostura en las vías destapadas del desierto realmente me permitió disfrutar no solo del paisaje, sino de la montada en sí, sin importar el cansancio acumulado del día. Nos adentramos un par de kilómetros hacia el desierto buscando un lugar para almorzar. No estábamos pensando en un restaurante o paradero de la zona – de los cuales por cierto hay varios – sino en un verdadero picnic lejos de la civilización. Una vez encontramos el lugar, disfrutamos de sanduches caseros, mecato y par bebidas frías. En un punto ganado para el carro, el cooler que Sergio llevó con una mezcla de hielo normal y hielo seco nos permitió tener bebidas frías toda la noche. Después de almorzar pasamos por las piscinas, caminamos por algunas de las colinas del desierto para finalmente retornar al observatorio para acampar.

Al frente del observatorio se encuentra una casa que presta el servicio de zona de acampar, incluyendo baños y duchas. Otros hospedajes de la zona también prestan dicho servicio, sin embargo nosotros optamos por la perla poco conocida de este plan.  Justo en el borde de los Laberintos del Cuzco, se encuentra una tienda en una posición elevada con la  mejor vista del desierto. Aunque no es una zona de acampar como tal, ya que no cuenta con baños o duchas, es un plano perfecto para cómodamente organizar las carpas. Para acampar allí debes hablar con Don Carlos, el propietario, y por un bajo costo puedes montar tu campamento para disfrutar del mejor amanecer y atardecer de la zona.

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El atardecer en el campamento justo al borde de los Laberintos del Cuzco.

La noche se llena de los sonidos de la naturaleza, las aves, insectos y el viento serán tu compañía. De tener suerte un cielo despejado te permitirá ver más estrellas de las que podrás ver en la gran ciudad o en nuestro caso, gozar de una noche tan iluminada como el día gracias a la luna casi llena que nos acompañó. El plan en la Tatacoa consiste en disfrutar del paisaje y especialmente de las hermosas noches estrelladas y charlas astronómicas del observatorio. Un plan para pasar un rato desconectado del mundo entre amigos.

IMG_9198El sistema de hidratación OGIO fue un salvavidas en ese calor, y en general bastante cómodo durante todo el viaje.

El viaje llegó a su fin con aprendizajes para todos, incluso para Sergio que vio de primera mano todas las ventajas de viajar en moto y sufrió todas las desventajas de hacerlo en carro. Si se monta en una moto en los próximos meses consideraré el paseo como un éxito rotundo. Para mí entender que la aventura coexiste entre los diferentes medios de transporte, pero que la moto sigue siendo mi número 1. También aprendí que la próxima vez no me salvaré de tirarme en paracaídas y tendré que enfrentar uno de mis grandes miedos: el vacío.

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Vale la pena la distancia y las incomodidades.

Recomendaciones para el viaje:

  1. Reservar con anterioridad y verificar medios de pago de las actividades a realizar en el paseo pues no siempre hay acceso a dinero plástico.
  2. Llevar repelente, bloqueador solar, gorra, gafas para el sol. El calor y la luz pueden lastimarte y hacer la experiencia muy poco placentera, además del jején y los mosquitos que no solo son molestos, sino que te pueden enfermar.
  3. Empacar ligero pero recordar los esenciales. Linternas, un ventilador de manos, baterías cargadas, un sistema de hidratación con agua, carpa adecuada para el calor, pero que también pueda recibir lluvia. Música y libros son opcionales.
  4. Comida como snacks y o enlatados por si acaso. Nunca sabemos cuando puede atacar el hambre o podemos estar atascados esperando ayuda.

El centro del país tiene múltiples aventuras para los gustos de todos, desde conocer la historia de Colombia hasta aventuras extremas y espacios para compartir con la naturaleza. Lo único que hay que hacer es salir a buscarlas.

Pueden ver el 5 episodio de EnMoto: El Salto, aquí.

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